El espectáculo
Lo principal es el festejo que se celebra. Nosotros nos adecuamos para hacerlo más atractivo
Dentro de nuestro objetivo de divulgar el teatro, preferentemente clásico, no podemos desaprovechar los espacios escénicos más clásicos: frontones, pórticos de iglesias, castillos, palacios, etc.. Pero siempre llevando el Teatro, el montaje y el tinglado escénico. Ello nos ha llevado a montar y dirigir espectáculos como los del Festival Medieval de Hita (declarado de interés Turístico Nacional) y Don Juan Tenorio (declarado de Interés Turístico Provincial de Guadalajara).
A principios de este 1998 nos propusimos abrir nuevas vías de interpretación y comunicación, y nos planteamos la posibilidad de hacer el teatro más primitivo y aprovechar la 'calle', no para hacer el Teatro con nuestros montajes, sino animar actividades que se realizan en ella.
La primera oportunidad que se nos ofertó fue animar la 'Feria de Tendilla', y no la quisimos dejar pasar. Nos propusimos realizar escenas de textos clásicos donde la gente del pueblo se presenta con su actividad cotidiana, sus alegrías y sus penas, sus ilusiones y sus complejos. Otro objetivo era no convertirnos en una atracción más de la Feria, sino una actividad más de ella. La Feria era lo importante y nosotros aportaríamos nuestra alegría y desenfado, cubriendo momentos de pausa en la actividad normal. No quisimos desplazar todo el artilugio escénico de focos, torres, sonido, etc. Lo hicimos como si de repente en el pueblo unos antepasados reviviesen su vida cotidiana, sin avisar y sin motivar, de improviso y por sorpresa. Como pudo ser entonces. El vestuario, del Siglo de Oro español (siglo XVII), era lo único que nos diferenciaba de las personas del pueblo y los visitantes, y aportaba a la Feria el sabor ancestral que tiene. Nos movíamos por la feria como si fuésemos gente 'antigua' que se mezclaba con los visitantes, siendo parte de ellos, y de repente, a lo improviso, comenzábamos una acción, también como si fuese algo normal.
Gustó el concepto y hemos profundizado sobre él y las técnicas interpretativas y de comunicación volviendo en años siguientes a la Feria de Tendilla hasta el punto que en el periódico 'Nueva Alcarria' llegaron a publicar que 'Escarramán es a la Feria de Tendilla tanto como los bizcochos borrachos'.
El mismo concepto hemos mantenido en otras representaciones, como en la feria de Cifuentes (Guadalajara), feria de San Isidro de Madrid, mercado de la Historia de Torija (Guadalajara), mercado medieval de El Casar (Guadalajara), feria del comercio de Estella (Navarra), en la Alvarada de Cañete (Cuenca), etc.
En las últimas representaciones hemos ofertado a los organizadores de los eventos la posibilidad de poner nuestro equipo de sonido (incluidos micrófonos inalámbricos) para facilitar la comunicación actor-espectador, intentando solventar la problemática que ello supone a la hora de hacer nuestras intervenciones en distintos espacios y la sorpresa de nuestras apariciones.