Argumento
Denme medio queso y un trozo de pan, que yo comeré de
camino a la sombra de una higuera, mejor que comí en palacio entre manteles
brocados
El espectáculo comienza con Cervantes escribiendo sobre su vida, sus recuerdos del Teatro
en su juventud, sus éxitos en las tablas a finales del siglo XVI, sobre Lope de Vega,
etc. Los cómicos nos muestran sus pensamientos. Termina pidiendo a los cómicos que
consigan lo que él no pudo: llevar a la escena su Quijote, recomendándoles especialmente
los capítulos de Sancho en la ínsula de Barataria, a los que califica como cómicos y
frescos.
Los cómicos cogen el guante que les lanza Cervantes, y representan las historias que se
presentan a Sancho Panza en el Gobierno que le han dado, para su diversión, los
marqueses.
Sancho llega a ‘su’ gobierno con grandes ganas de comer, pero las costumbre de la ínsula
y sus deberes como gobernador le obligan a retrasar el satisfacer sus necesidades, para
poder sentenciar los pleitos que se le presentan, al parecer insolubles, pero que él
solucionará con la sabiduría popular, con la de los refranes, ‘que son toda mi
hacienda’.
Tras solucionar las rencillas entre una modistilla y una labradora que desconfiaban entre
sí, y de una graciosita que huía de la justicia, consigue por fin que le pongan la
comida, pero el médico de la ínsula le impide comer nada ‘por no ser adecuado para el
estómago de un gobernador’.
Con la incapacidad del ‘cuerpo en ayuno y el cerebro para tanto pensamiento’, se ve
obligado a sentenciar los pleitos de dos amigas con problemas de dineros y la malicia de
una ‘mala mujer’ que intenta aprovecharse de un pobre hombre, llegan noticias de los
marqueses diciéndole que intentan matarle unos enemigos que Sancho ni conoce. Ante esto,
Sancho toma la determinación de volver a su tierra y a su trabajo, de volver a su tierra
y a su trabajo, de donde no debió salir, pues cada uno tiene su sitio en la tierra, y la
felicidad está en él.